Acercarte a las personas a tu alrededor con
un rostro que refleje tu paz interna. Habla
siempre con palabras adecuadas, sin
apresuramientos, sin gritos, con respeto por
la individualidad de cada persona. Si tienes
que regañar o reclamar, haz lo con voz calmada
y sin ofender, así lograrás que te escuchen y te
atiendan. Recibirás de las demás personas...
exactamente lo mismo que les ofrezcas.
un rostro que refleje tu paz interna. Habla
siempre con palabras adecuadas, sin
apresuramientos, sin gritos, con respeto por
la individualidad de cada persona. Si tienes
que regañar o reclamar, haz lo con voz calmada
y sin ofender, así lograrás que te escuchen y te
atiendan. Recibirás de las demás personas...
exactamente lo mismo que les ofrezcas.
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